"En nombre sea de Dios, zapallo asado!"

Así decía mi abuela (cuenta mi mamá), cuando estaba por cortar una tela para coser una prenda. Una vez marcada la tela con tiza, según molde y medidas, no había más que tomar coraje y cortar. Porque después de cortar, si el corte fue malo, es muy difícil arreglar el problema y coser bien, de manera que la blusa, pantalón o lo que fuera, no quedara torcido o asimétrico. Así que, después de tomar todos los recaudos y cerciorarse bien, mi abuela decía:
-¡En nombre sea de Dios, zapallo asado!- y procedía a cortar.

Así me siento en estos días.
El lunes pasado fue el cumple de Nacho, y me animé a hacer una torta de chocolate (hasta ahi, fácil) y también un lemon pie... sin olvidarme de ponerle limón!! Se me vino esa frase a la cabeza, cuando estaba poniendo el lemon pie en el horno. Y salio delicioso!!! :P

Otra: anoche envié unas poesías a publicar; serán parte de un libro de varios autores (creo que éramos como 15). Las revisé, a algunas las retoqué, les corregí errores de tipeo, las compilé en dos archivos... después hice una minibiografía que irá acompañándolas. Cuando todo estuvo listo, otra vez me acordé de la frase de mi abuela, como que eso era todo, ahora sólo tenía que tomar valor y hacer click en "send".Y y así fue.

Sería como una especie de "palabras mágicas", conjuro, bendición, qué se yo. Lo que no tengo idea es de dónde salio lo del zapallo asado, jajajaja...

Ya que estoy, comparto acá la minibiografía:

Chinchiya es el seudónimo de Juana Inés Gallego Sagastume. Es oriunda de La Plata, si bien pasó sus primeros años en Campinas, Brasil. Al volver, y ya desde antes sintiéndose un “bicho raro” (tuvo la suerte de que sus padres jamás pretendieron que fuera normal), siempre buscó su tribu. Y la encontró pocas veces: en la Barra, un extraño compilado de geeks; entre las guías y los scouts, que dieron origen a su nombre animal; y más tarde entre grupos virtuales de talleres de escritura, con temática de ciencia ficción y fantasía. Así surgió “Chinchiya”, de un singular sueño donde este animalito devoraba papel impreso, sin que la tinta le hiciera daño…

Es ingeniera de profesión; docente y coach por vocación; madre y esposa por elección; guía-scout de corazón; escritora por satisfacción; practicante de wushu por diversión; cybernauta por fascinación.

(Una de las cosas más difíciles en la vida es escribir una autobiografía. No sólo por temor a olvidar algo importante, sino porque hay que tener un delicado equilibrio entre decir lo que uno es, sin soberbia, pero tampoco con falsa modestia. Pero ese es otro tema)