cercanías del Estadio Racin' Clú de Avellaneda (como diría el Cazador). Realmente no esperaba tanta gente! Y por otro lado, tan mal organizadas las colas... Según una nota de la Rolling Stone, más de 35.000 personas.Y la fauna que se veía! desde clones putísimos de Marilyn Manson, hasta señoras grandes con remeras de Maiden o AC DC. Pasando por todo el espectro: blanco (poco), gris clarito, gris, negro ratón (remera de hace mil años), negro, negro impecable (onda "me acabo de comprar la remera que venden acá"). Bueno, también algunas remeras de color... rojo, principalmente. Y, ya aburridos de estar por horas en la cola, nos pusimos a contar remeras de Punisher: vimos 6 y una de Ctulhu (muy parecida)!! La "seguridad" y el cacheo de la cola... un chiste, realmente.
Circulan versiones de que Rammstein no quiso poner pantallas gigantes para que la gente se concentrara en el show en sí, pero -¿mencioné que la organización fue muy mala?- sospecho no fue así la cosa... porque los que estábamos en platea alta nos perdimos gran parte del show, justamente, por estar muy lejos: adivinábamos qué tenía puesto Till (el cantante) y ni hablar de las expresiones de las caras de todos los músicos. Así y todo, el fuego, las luces, el baile, la MÚSICA hablaron por sí solos. Cada tema tenía su propio juego de luces (colores diferentes), su propia pirotecnia, y los cambios de vestuario fueron un montón, también.
El show en sí estuvo impecable!! Más allá de que al segundo tema se interrumpió porque unas vallas se cayeron (mal armadas?) y hubo gente que cayó con ellas, Rammstein tocó casi sin parar hasta los bises. Y los bises fueron excelentes!
Apreciaciones personales: Till tiene un impresionante manejo del público, con apenas dos o tres frases en castellano la gente aullaba a su antojo. Y el tecladista está totalmente del tomate, la verdad que nos hizo reír mucho con sus payasadas...
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