Lo escribí en diciembre... pero ando medio fiaca para actualizar el blog. No es un concepto que haya inventado yo, pero es mi interpretación de la palabra "validar".
En fin, ahi va!
En fin, ahi va!
VALIDAR
Validar lo que el otro, la otra, es.
Validar lo que ama, lo que odia, lo que sufre y lo que goza.
Validar lo que hace.
Validar al otro como un legítimo otro, donde esa “otredad” no es siquiera comprensible para mí.
Validar
no es aprobar, no es entender, no es tolerar. No es aprobar al otro
según mis estándares, no es entender al otro según mi propia mirada, no
es tolerar, haciendo un esfuerzo por aguantar al otro.
Validar lo
que para mí son defectos y virtudes, ya que lo son según mi propio
“estar siendo”, y no el del otro. Quizás sus virtudes para él o ella
sean imperceptibles, no lo sé. Quizás esté orgulloso u orgullosa de lo
que yo considero sus defectos…
Validar es aceptar, ver al otro como un legítimo, misterioso e inalcanzable OTRO, OTRA. Legitimar.
Validarme, tal cual soy.
Validar lo que amo, lo que odio, lo que sufro y lo que gozo.
Validar lo que hago, lo que pienso, lo que siento, porque me pertenece y es legítimamente mío.
Validar y valorar mis autoproclamadas virtudes.
Validar
mis esfuerzos por cambiar lo que considero mis defectos. Ya que “somos”
en la medida de lo que queremos cambiar lo que somos.
Validar mi cuerpo. La genética me dio gran parte, que no puedo cambiar. Lo demás, está en permanente construcción y destrucción.
Validar las relaciones.
Validar lo que el otro, la otra, puede y quiere darme, más allá de lo que yo pida o necesite.
Validar
lo que yo necesito de ese otro, de esa otra. Validarme para hacer los
pedidos que crea necesarios, los compromisos que pueda acordar, sin
exigir.
Validar el vínculo que se genera con la otra persona, ya
sea este vínculo profundo o superficial, pues todo es temporal y puede
cambiar de un momento a otro, de una época a otra.
Validar el
tiempo que hemos pasado juntos, el tiempo en que estamos y el tiempo que
vendrá, como posibilidad de disfrutarlo también.
Validar el
intercambio de opiniones, y de ideas, la posibilidad de hacer proyectos y
también de perder el tiempo, y de disfrutar de hacer algo juntos.
Validar
las demostraciones de cariño y de enojo, de miedo, de deseo, de alegría
y de tristeza; las emociones que surgen en este espacio en común.
Validar para encontrar PAZ.
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