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05 abril 2011

Cuarentañera

A veces me pongo a pensar sobre el uso del lenguaje... (y me salen cosas como ésta).

¿Por qué veinteañeras y treintañeras... y por el otro lado cuarentonas y cincuentonas?
Claramente hace alusión a lo hermoso de la juventud y lo feo de la madurez, de la vejez. Pareciera que ser "viejo" está mal. Que hay que evitarlo a toda costa!

Quizás no estoy diciendo nada nuevo, y es que no me siento "vieja", sino "madura", como esas jugosas frutas de verano, en su mejor momento.


La vitalidad es de todas las edades, que no solamente la juventud es vida! "Me siento joven", "Pareces más joven", son frases que todo el mundo quiere decir o escuchar. Quién nos vendió eso??? Acaso querés tener granos e incapacidad para hablar con el sexo opuesto? no saber qué hacer con tu cuerpo, y menos con el del otro??

Na, na, naaaah... me quedo con el último de mis 30!

Me llevo bien con mi cuerpo ahora, me llevo bien con mis emociones, con mis pensamientos. Tengo más serenidad que hace 15 años... y ni que hablar de cuando tenía 15!


Crisis anticipada de los 40? Puede ser, qué se yo. Que todos estos prejuicios también los tengo bien arraigaditos. Al fin y al cabo, es fácil decir que qué lindo es ser madura, cuando yo aparento tener 10 años menos de los que en realidad tengo... al mejor estilo elfo, jajaja. Contradictorio lo mio? No, en absoluto, ya que en algun momento, si mi vida continúa, envejeceré... y qué miedo da eso!

Pero si pensamos en crisis como oportunidad, ¡aguante la crisis de los 40!
¿Justifica un deseo, un capricho? Adelante, entonces!! Declaro que este es mi último año sin moto, porque para cuando cumpla los 40 me compro una, sí, sí!

En fin, dejemos la tiranía de la eterna juventud, que nos esclaviza, y adoremos a la madurez serena y ambicionsa, con todo el glamour que tiene!