Para mí, todo comenzó con un SMS de mi hermana que decía: "ESTÁ NEVANDOOOOOO!!". A lo que yo le contesté: "Me estás jodiendo!!". Pero no, era cierto. Y fue mucho más evidente con el correr de las horas, ya que los copos de nieve se hicieron más grandes, tanto como para no ignorarlos, y que dejaran el pasto y los autos blancos.
La gente por todos lados jugaba con la nieve y se tiraba pelotitas, armaba
horrendos muñequitos y se tomaba quichicientas fotos en el paisaje insólito que cada uno tenía a mano. Las plazas estuvieron llenas de gente hasta pasada medianoche.Al día siguiente, todavía todo estaba bastante blanquecino. Saqué esta foto de la Catedral (La Plata) con algunos árboles donde todavía se ve la nieve. En las bocacalles, estaba esa típica mugre de barro-nieve, que yo sólo había visto en Bariloche.
Y este suceso dio lugar a que:
* El tema de conversación, tanto en el ascensor del edificio, en el trabajo, en la verdulería, fuera la nevada.
* Las casas de revelado de fotos (tanto para rollos tradicionales como para digitales) se vieran sobrepasadas.
* Los amantes de la ciencia ficción y la historieta, indefectiblemente, nos acordáramos de la mítica nevada mortal del Eternauta.
Y pareciera que es un homenaje a Oesterheld, justo cuando se cumplen 30 años de su desaparición y 50 de la publicación del Eternauta.
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Para los que quieran saber más sobre el Eternauta, pueden visitar la muestra en Biblioteca Nacional:http://www.bibnal.edu.ar/PAGINAS/oesterheld.htm
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