Esta es la carta que redacté por la semana guía, que fue enviada a las comunidades:
¡¡Hola a todas!!
¡Feliz semana guía! Nuestra Asociación Guías Argentinas cumple un año más.
Hoy quisiera pensar que empezamos a trabajar por el Centenario de nuestro Movimiento Guía. ¿Es el centenario de la Asociación Mundial? No. Es el centenario que se cuenta desde aquel episodio en el Palacio de Cristal, donde un grupo de chicas, quizás como ustedes, entró y muy valientemente dijo: “Queremos ser parte”. Querían ser escuchadas, querían formar parte de un movimiento que recién empezaba, el escultismo. Pero nuestro Fundador tuvo una mejor idea: crear una asociación de y para mujeres…
La historia ya la conocen, ¿verdad? ¡Hace tanto ya! ¡¡Casi 100 años!! ¿Y a nivel local? Bueno, nada menos que 56 añitos, una edad madura. Y quisiera contarles que gran parte de los valores de nuestro movimiento, sus métodos, sus particularidades, que fueron menospreciados durante mucho tiempo, ahora se ven en el foco de las noticias, de la educación, de las empresas… Nuestro movimiento está más vigente hoy que nunca.
Se habla de lo importante del trabajo en equipo, cuando nosotras desde siempre trabajamos en Patrulla. De lo bueno que es sentirse útil, parte de algo importante y significativo, cuando nuestro movimiento nos propuso desarrollarnos en comunidades de ideales, de vida y de trabajo.
Se habla de lo crucial de la salud emocional para que una persona aprenda, de la automotivación y de descubrir cuáles son sus competencias para tener una mejor inserción laboral, cuando nosotras propusimos, desde el método guía, una educación no formal, a través del desarrollo de actividades atractivas para nuestras guías, propuestas por ellas mismas, y descubrir en qué son buenas trabajando en las especialidades y grupos de interés.
Se habla con preocupación del estado del planeta, del calentamiento global y de la basura, mientras que, desde siempre, nuestro marco de trabajo fue la naturaleza, su cuidado con amor, el respeto por dejar el lugar en mejores condiciones de cómo se lo encontró.
Poseemos un enorme valor para la vida actual y los tiempos por venir. ¡Enorme, de veras! Pero… ¿lo vemos? Quizás ustedes me digan que sí. Y cambio la pregunta: ¿lo ven los demás? Y yo creo que no. Y ahí es donde todo se diluye, ya que este esfuerzo que es llevar una Asociación adelante, llevar una Zona o Comunidad adelante, es enorme si estamos solas.
Y la sensación de soledad o desamparo se nota a veces, no solamente por causas externas, sino también por problemas internos.
Todo ese valor se ve empañado porque todos los esfuerzos se hacen en direcciones diferentes: yo hago un proyecto, la otra hace otro, y no se suman. Falta de comunicación.
Toda esa energía se ve frenada: esta zona hace un curso, la otra zona hace otro, y nunca se ponen de acuerdo en complementarse para potenciar la energía gastada. Falta de coordinación.
Todo el potencial del método se ve dispersado: el alcance que tenemos en las chicas es bastante limitado, si comparamos la cantidad de guías versus la cantidad de chicas en colegios y parroquias. Y la cantidad de dirigentes que hemos capacitado, versus la cantidad que han perseverado luego.
¿A que va todo esto?
Tenemos una oportunidad histórica.
La oportunidad de mirar hacia atrás, recuperar nuestras fortalezas y construir, de cara al futuro, nuevas fortalezas. La oportunidad de hacernos ver, de hacernos oír, de participar.
Necesitamos ser escuchadas, ser vistas por la sociedad.
Necesitamos que nos vean como Asociación, no como un cambio de “imagen” o de uniforme, sino como brazos que trabajan y pies que caminan, cabezas que piensan y corazones que laten con cada nuevo proyecto.
Necesitamos CRECER.
Y para eso, necesitamos que nos escuche nuestra propia Asociación. Que la voz de cada guiadora de todo el país, sea tenida en cuenta para las decisiones. ¡Necesitamos un cambio! Necesitamos mayor comunicación entre nosotras. Necesitamos una mayor respuesta del Consejo Nacional ante nuestras necesidades, dudas y requerimientos. Necesitamos ámbitos de discusión reales, donde se gesten a puertas abiertas los cambios por venir. Necesitamos ámbitos de trabajo, no decisiones tomadas de antemano y presentadas como la única opción posible. Y sobre todo, más federalización, más comprensión de las particularidades de cada Zona y de cada realidad, para tener un diagnóstico certero y a partir de ahí construir la Asociación que queremos todas.
Por eso les propongo que, en esta semana guía:
• Reflexionemos, cada una, internamente, sobre qué Asociación queremos,
• Dialoguemos entre todas cuál es la Visión en común
• Planteemos el cambio necesario, los objetivos a seguir y las acciones para llevarlos a cabo
• Y, finalmente, participemos de toda instancia que conduzca a esa Visión en común
¡Feliz semana guía y… al trabajo!
Siempre Lista para Servir
Chinchilla Perceptiva, en nombre del Consejo de Zona
PD: Si quieren seguir leyendo sobre historia... http://grupomb68.googlepages.com/historiadelguidismo%28girlguides%29
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