Como la niebla
inevitable, ubicuo
indefinido e incontrolable
por momentos, así te encuentro...
Pero te encuentro, ¡al fin!
Inevitable, porque te percibo
en los rincones de mi pensamiento
asomándote en mis frases hechas,
en mi manera de razonar
Y me descubro a mí misma
citándote, recordándote,
casi divertida.
Ubicuo, porque donde quiera que vaya,
estás conmigo de alguna manera intangible
Y te descubro en los libros,
en el jazz y en los parques
invitándome a disfrutar y aprender
Indefinido, porque por más que estés conmigo
no sé cómo...
Intuyo que puedo conjurarte
a través de tus subrayados rojos, para preguntarte cosas
y en la música mil veces escuchada,
descubrir nuevos sonidos, otros significados
Incontrolable, porque no puedo elegir
el momento en que aparecerás
ni por qué
ni qué cuerda de qué canción te podrá llamar
Sólo sé que te sigo extrañando,
sin importar la fecha de tu muerte
Ahora trato de inventar
nuevas formas de encontrarte,
que no estén atadas a los lugares que transitabas...
Hasta que un día me sienta rodeada
de esa manera intangible, como por una amada niebla.
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